La actividad contó con un amplio público regional que pudo participar tanto en la reunión virtual como en la transmisión a través de las redes sociales.
Lía Fernández, desde la Secretaría Ejecutiva de la
Plataforma NNAPES, presentó el trabajo de la coalición y subrayó el imperativo de “escuchar a los gurises (NNA) e identificar qué respuestas hay en las instituciones y en el sistema educativo” para poder mejorar la realidad de esta población. Fernández también mencionó los principales efectos que conlleva ser niño, niña o adolescente y tener un familiar privado de libertad, entre los que se encuentra la estigmatización en el sistema educativo y en las comunidades, impactos en la vida emocional y psicológica y cambios en la economía del hogar, entre otros.
“Son sujetos invisibilizados y sus derechos no son tomados en cuenta ni por el sistema de justicia, ni por el sistema penitenciario ni por los sistemas de protección”, señaló y agregó que los niños, niñas y adolescentes expresan su deseo de cambio, pero sin políticas públicas integrales centradas en la niñez, pueden verse obligados a repetir las historias y las circunstancias de sus referentes adultos.
Por su parte, Walter Marroquín, Director de Seguridad y Vicepresidente de la Comisión Municipal de Prevención (COMUPRE), de Guatemala, también dio palabras de bienvenida, mencionando la necesidad de sensibilizar a las instituciones, organizaciones y a la ciudadanía en general. El director agregó que se deben generar acciones para la prevención del riesgo.
Buenas prácticas
La primera presentación fue la de Chile, realizada por Luis Sepúlveda, Director de Desarrollo de Enmarcha, quien contó acerca del trabajo que vienen realizando desde la organización con el programa Abriendo Caminos, enfocado a la población NNAPES. Además, en los últimos años, Enmarcha realizó un proyecto en Panamá, apoyado por Fondo Chile, a través del cual se llevaron adelante tres proyectos piloto.
El primero fue en la escuela Martin Luther King en donde se realizó una intervención y se brindó contención a NNAPES, generando también instancias de participación e incidencia. La segunda intervención tuvo lugar con la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas (CONAMUIP). Allí se trabajó en un proceso de sensibilización comunitaria, señaló Sepúlveda.
El tercer proyecto piloto realizado por Enmarcha fue en el barrio Nueva Gorgona, precisamente en la organización Morada de Restauración, donde se pudo realizar un diagnóstico de cada una de las familias. Sobre este proyecto, Heidi Guevara, Directora de Morada de Restauración, comentó que fue muy impactante observar cómo los niños y niñas tenían reacciones físicas a partir del impacto psicológico que les provocaba abordar este tema, del cual nunca hablaban. No obstante, aseguró la Directora que si bien a muchos niños y niñas les costaba hablar, después lo fueron superando. Por último, Guevara destacó que este proyecto tuvo un buen impacto en la comunidad, y, por ejemplo, en las escuelas, las maestras entienden el tema y lo abordan de forma distinta.
Desde México, Alicia Vargas, de la Red por la defensa de los derechos de infancia y adolescencia de este país (REDIM), presentó las principales acciones de la coalición, que fundamentalmente se orientan a generar incidencia y nuevos conocimientos.
En este sentido, con el apoyo de la Plataforma NNAPES, REDIM realizó un mapeo que involucró a 62 organizaciones mexicanas, en el que se constató la invisibilidad de los niños, niñas y adolescentes con referentes adultos privados de libertad, ya que solamente cinco de estas organizaciones identificaron atender población NNAPES. “Todavía no logramos diseminar el concepto para que vayan realizando acciones”, observó Vargas.
Por su parte, desde Nicaragua, Celina Obando contó acerca del trabajo que se realiza en la organización INPRHU. “Hacemos trabajo desde la comunidad”, comentó Obando y añadió que ser parte de la Plataforma les ha permitido validar las buenas prácticas y trabajar de forma conjunta.
Obando destacó la necesidad de generar factores de protección para estos niños, niñas y adolescentes y señaló que es fundamental promover un trabajo integral, involucrando a las familias para sostener los procesos de intervención.
Desde INPRHU se realiza un trabajo con instituciones y Estado para generar incidencia y sensibilización. En este sentido, en 2019, una de las acciones fue realizar un museo itinerante en diferentes barrios con información sobre esta temática. Además, desde la organización se trabaja fuertemente en procesos de participación juvenil con adolescentes que tienen un familiar privado de libertad.
Por último, Andrea Barrios contó la experiencia de Colectivo Artesana, de Guatemala. “Empezamos trabajando con mujeres privadas de libertad y entendimos que estaban atravesando muchas problemáticas. Muchas incluso desconocían el paradero de sus hijas e hijos”, relató Barrios.
A partir de esta situación, la organización comenzó a trabajar en la temática de NNAPES, logrando en 2016 un Acuerdo Ministerial en el cual se establecen los derechos para esta población. “Consideramos importantes los avances que se han tenido”, apuntó Barrios y añadió que si bien no es sencillo realizar incidencia en este tema, se han logrado espacios interinstitucionales. Actualmente, se prevé comenzar a trabajar con la Municipalidad de Mixco, por lo cual, Barrios consideró que este Foro fue una oportunidad para seguir motivando alianzas en Guatemala.