Estas palabras forman parte del relato de Estefanny, joven de Uruguay y representante de la Plataforma NNAPES, que contó su historia en el conversatorio dedicado a la problemática de niños, niñas y adolescentes con referentes adultos privados de libertad, en el marco de las Jornadas Conmemorativas por los 10 años del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad de Chiapas.
La instancia fue organizada por la investigadora Corina Giacomello, integrante del Grupo de investigación de Política Criminal del Instituto. Giacomello comentó que este “es un tema que está bastante invisible, únicamente pensamos en la persona que está privada de libertad, pocas veces volteamos a ver a las familias que están conformadas por niños, niñas y adolescentes sostenidas por mujeres cuidadoras”.
“La privación de libertad significa la privación de la niñez”, comentó Chiara Altafil, directora de investigaciones en Global Campus Human Rights (Venecia, Italia), quien también participó del conversatorio y presentó el estudio global sobre infancias privadas de libertad.
Este estudio busca reconciliar el ejercicio de los derechos con el sistema de justicia penal, desde la prisión preventiva, la sentencia, la separación y la reinserción, señaló Altafil.
Entre sus conclusiones, la investigación indica que las regulaciones estrictas no son efectivas porque no permiten la evaluación cuidadosa entre los distintos intereses que están en juego caso por caso, por lo cual muchos problemas podrían evitarse si se aplican medidas no privativas de libertad.
Desde la Plataforma NNAPES, además de Estefanny, participó Luciano Cadoni, representante de Church World Service América Latina y Caribe, quien presentó el trabajo que la coalición viene realizando, a nivel regional, en cuanto a buenas prácticas en materia de incidencia y sensibilización de la temática.
“Hay mucho por hacer, hay mucho dolor, mucha violencia, muchas acciones y muchas pérdidas que se podrían mitigar si hubieran acciones que se tomaran a su debido tiempo y si quienes tienen que hacer las cosas las hacen”, aseguró Cadoni.
Estefanny: Una historia de resiliencia
Estefanny vivió su adolescencia marcada por el encarcelamiento de su padre. Con 15 años, tuvo que dejar de estudiar, hacerse cargo de su hermano menor y dedicarse a proveer de sustento a su familia, ya que su madre estaba enferma y murió al poco tiempo de que su padre fue puesto en prisión. Además de esto, ante la falta de su madre, también fue ella quien tuvo que seguir el caso de su padre a nivel judicial.
“No recibimos ninguna ayuda del Estado, mi madre como estaba enferma no podía trabajar y nosotros nos empezamos a mantener con la recolección de basura, que antes lo hacía mi padre, y como él estaba privado de libertad lo tuve que hacer yo con un vecino del barrio”, recordó.
La joven expresó que fue a partir del apoyo de la organización Gurises Unidos que pudieron salir adelante. “Conocí lo que era un psicólogo gracias a Gurises Unidos”, señaló y agregó que su hermano también contó con ayuda a nivel educativo. Incluso la organización gestionó la posibilidad para que pudieran visitar a su padre tras el fallecimiento de su madre.
“Hoy en día lo hablo con una naturalidad tremenda, porque ya lo viví, lo acepté y lo superé, pero en ese momento querías ir porque era tu padre y hacía una semana que no lo veías, pero no querías ir porque te trataban horrible y no tenías privacidad”, comentó acerca del difícil momento de las visitas a la cárcel.
Actualmente su padre se encuentra en libertad, sin embargo, su pasaje por aquel sitio lo afectó de tal manera que provocó una ruptura del vínculo entre padre e hija: “Cuando salió él, la relación se distanció un poco, no teníamos la misma confianza, teníamos más conflictos, él no consiguió trabajo, tuvo que volver a dedicarse a la recolección de basura, el estado no le brindó nada”.
A pesar de todas las dificultades que ha tenido que vivir, Estefanny y su hermano han salido adelante: “Hoy estoy orgullosa por él, porque pudo terminar de estudiar, trabaja, es papá, me da esa tranquilidad de que se hicieron las cosas bien y que los dos pudimos tomar nuestros caminos a pesar de lo que pasamos 10 años atrás”.
Para ella es fundamental que los estados desarrollen políticas específicas que permitan abordar esta situación desde el momento de las detenciones hasta la salida y reinserción de los familiares. En este sentido, se deben lograr mejores condiciones para las visitas, así como apoyar a las familias a nivel económico y psicológico en el proceso de privación de libertad de sus familiares. También es importante que se aceleren los procesos a nivel judicial, ya que las familias tienen derecho a saber cuánto tiempo estarán privados de libertad sus familiares.